De-construirme y ser sincera conmigo misma es quizá lo más difícil que he hecho en mi vida(aparte de parir a un niño de 3 kilos). Cuando pensaba que tenía todo solucionado y encontrado el camino, misma gringa evangelista, me equivoqué.
En mi caso fue pensar que quería una relación, cuando en verdad no
estaba lista para eso, bueno sí para una relación pero una relación sana, no
con una persona incompleta, mi error fue pensar y hacerme creer a la fuerza que
eso estaba bien.
Muchas veces y viene históricamente, las mujeres nos sentimos
responsables y por responsables digo CULPABLES. Culpables de avanzar en nuestra vida, culpables de no poder perdonar errores, somos jodidamente estrictas con
nosotras mismas.
Estrictas para mostrarnos siempre perfectas.
Por suerte, estamos en un momento histórico también, las
mujeres queremos un cambio. QUEREMOS SER EL CAMBIO. Y para ser el cambio
tenemos que DE-CONSTRUIRNOS. Puta sí, ya sé, parezco disco rallado con esta
huevada, pero esa es la única manera y como siempre, nos toca la MEJOR parte. Nos
toca ponerle corazón a todo lo que hacemos, nos toca decirle a ese pendejo que
te engaño 300 veces porque “estaba borracho” que se vaya a la misma mierda y
que vaya a chaparse a su abuela, nos toca agarrar esos 3 calzones que tenemos
guardados en la casa de nuestro ex y quemarlos.
Porque no siempre es agradable
descubrir qué nos falta para ser mejores, pero si sentimos que no estamos
contentas o si tienes esa vocecita en tu cabeza que te dice DATE LA VUELTA Y
CORRE EN DIRECCIÓN OPUESTA cada vez que escuchas otra excusa, estás en el
camino correcto.
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